En un giro audaz hacia la excelencia educativa, el ministro de Educación de la República Dominicana, Ángel Hernández, ha enfatizado la necesidad de una colaboración activa entre docentes, directores escolares y padres. Según Hernández, tres pilares fundamentales sostienen esta transformación:*
Docentes Motivados: El corazón de cualquier sistema educativo reside en sus maestros. Hernández insta a los docentes a mantener la pasión por enseñar, a innovar en sus métodos y a inspirar a las futuras generaciones.
Directores Empoderados: Los líderes escolares desempeñan un papel crucial. Ángel Hernández aboga por directores comprometidos, capaces de guiar a sus equipos con visión y determinación.
Padres Decididos: La educación no es solo responsabilidad de las aulas. Los padres deben involucrarse activamente en el proceso. Hernández enfatiza la puntualidad, la higiene y la supervisión de las tareas escolares.
La sociedad dominicana observa con atención esta revolución educativa. ¿Serán los padres el eslabón perdido para alcanzar la excelencia? La respuesta está en sus manos.
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